HASTA LUEGO, LUCAS

|
No sabemos si George Lucas lleva bragas, aunque seguramente más de un fan le regalaría las suyas para evitar que se vaya. Mientras tanto, Delacroix sigue con la teta fuera, y en algún sórdido bar de la Sorbona, un reducto de impresionistas se enfrentan a la típica pandilla de críticos literarios del prime time.

No hay comentarios: