Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas. Por eso, ante la ausencia de Tamara y la semi-desaparición de Marc, David ha traído a una compañera de piso para que pague el alquiler durante el próximo mes. Se llama Laia y, como es muy de la energía universal, no tiene problemas en dormir en el trastero. Con esto de la crisis, la gente se deja colar goles por todos lados. El caso es que al final acabará enterneciéndonos y todo...
Esto podría causar algo de alarma social.
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