Los cantautores tienen su punto tierno, su punto misterioso, su cosilla 'expediente X'. Suelen arrastrar una infancia difícil, marcada por anuncios de reciclaje y compañías judeomasónicas, y crecen bebiendo de la tradición cuentística del más cuentista, el procastinador de sala de cine, el que no respeta ni a La Trinca. En el piso no tenemos artistas declarados: nuestra mayor virtud es la de montar charlas, y eso lo hace cualquiera. Pero no todo el mundo se inmortaliza de esta guisa, y es que, ¡ay!, cada jueves, sin casi quererlo, nos sale un LP.
Casino
Hace 12 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario