Venimos de tomarnos unas cañas con unos amigos, pero seguimos con unas ganas irrefrenables de hablar. A pesar del júbilo del encuentro en los bares, hay una pequeña sombra que se cierne inexorable sobre nuestras cabezas: la de la Navidad. Hay gente que lo vive con inusitada tranquilidad, otra (la más sensata) con contenido pánico. Aquí nos preparamos, como ya hemos hecho en otras ocasiones, por si se tratara de un apocalipsis zombi.
Casino
Hace 12 años
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